Emmanuel Flores-Rojas-L. Cervantes-Ortiz
ALC Noticias, 4 de marzo de 2010
Toluca, México, 2 de marzo. Enclavado en el centro del país, el Presbiterio del Estado de México con sede en Toluca, capital de la entidad más poblada de México –con más de 15 millones de habitantes-, en una sesión histórica celebrada durante su LXXXVIII Reunión Ordinaria, aprobó por estrecho margen la ordenación de las mujeres a los ministerios del ancianato, diaconado y pastorado. En una votación muy cerrada (diferencia de dos votos) este cuerpo eclesiástico reconoció las vocaciones femeninas en sus tres órdenes.
El Presbiterio del Estado de México es miembro de la Asamblea General de la Iglesia Nacional Presbiteriana de México (INPM), desde 1973. La INPM es la denominación reformada más grande de país, con 63 presbiterios y 13 sínodos. El presbiterio mencionado cuenta con 26 iglesias y 23 pastores. La decisión fue resultado de un largo proceso de reflexión bíblico-teológica, alentada por los pastores más progresistas.
En los dos últimos años, se han realizado congresos de actualización teológica que han incluido el tema de género. En la reunión LXXXVI, el Ministerio de Educación, encabezado por el Pbro. Felipe Camacho Martínez, invitó a los Dres. Eliseo Pérez-Álvarez y Regina Musselman (su esposa), quienes dictaron una conferencia sobre la ordenación de las mujeres. Estos encuentros teológicos abonaron el camino para ir madurando la idea de que la ordenación de la mujer era posible.
Así las cosas, en su antepenúltima reunión ordinaria, el presbiterio acordó conceder voz y voto a una representante de la Unión Femenil, así como a las misioneras y licenciadas en Teología. Es importante resaltar que en la última Reunión Extraordinaria de la Asamblea General celebrada en noviembre de 2009, convocada para discutir y aprobar el Manual de Procedimientos de la INPM, los delegados de este presbiterio solicitaron discutir la ordenación de la mujer, lo que no prosperó por la negativa de la mayoría de presbiterios.
Incluso la propia Asamblea General radicalizó su postura al dejar de reconocer el diaconado de las mujeres, denominándolas no como diaconizas sino como “ayudantes” de diáconos. Frente a esta realidad, el 26 de febrero este presbiterio aprobó la ordenación de las mujeres. En el largo debate del día anterior a la votación, uno de los argumentos a favor de la ordenación de las mujeres, fue la cuestión de si el Espíritu Santo llama única y exclusivamente a los varones, dejando fuera a más de la mitad de la Iglesia representada por las mujeres. La respuesta fue negativa. Aunque el jueves hubo un debate abierto a todas las voces y posturas, fueron más los argumentos a favor de la ordenación, sobre todo por parte de la nueva generación de pastores.
En febrero pasado, otro presbiterio del centro del país votó también la ordenación de la licenciada en Teología Amparo Lerín Cruz, con lo que ahora son dos los cuerpos eclesiásticos que están abriendo brecha en el camino a la inclusión de las mujeres en los distintos ministerios ordenados. El presbiterio Juan Calvino y el del Estado de México inician un recorrido que abre las puertas al reconocimiento de estos ministerios. La Asamblea General de la INPM se reunirá en julio próximo, precisamente en Toluca.
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