Ciudad de México, miércoles, 10 de marzo de 2010 (ALC). Con una asistencia cercana a las 70 personas, la mayoría damas, más de 20 de ellas convocadas por nombre, el sábado 6 de marzo se llevó a cabo la primera reunión de mujeres ordenadas en la Iglesia Nacional Presbiteriana de México (INPM) en las instalaciones de la Iglesia Ammi-Shadday, ubicada en la colonia San Pedro Zacatenco, en la zona norte de la Ciudad de México.
La cercanía del Día Internacional de la Mujer y la muy reciente ordenación pastoral de Eva Domínguez Sosa, egresada del Seminario Teológico Presbiteriano (STPM), en la Iglesia Evangélica Española, además de la determinación de dos presbiterios de la INPM por continuar el proceso de ordenación ministerial femenina, fueron el telón de fondo de esta primera reunión, que marcó un momento muy significativo en la vida de estas y otras mujeres que han ejercido tareas y responsabilidades eclesiásticas durante muchos años.
Provenientes de seis iglesias del Valle de México (de ocho invitadas), las Ancianas de Iglesia y Diaconisas presentes, que ya ejercen estos ministerios en sus respectivas comunidades, luego de las presentaciones de rigor y de un breve momento devocional, presenciaron la participación (inesperada) de la Rev. Rosa Blanca González, moderadora del Presbiterio Salem (Carolina del Norte) de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos (primera egresada del STPM en ser ordenada, en abril de 2007), de la Anciana de Iglesia Evangelina Corona Cadena, ex diputada federal, y de Amparo Lerín Cruz, Maestra en Divinidades y Licenciada predicadora por el presbiterio de la Ciudad de México, y actualmente miembro del presbiterio Juan Calvino. Incluso hubo un grupo de personas provenientes del estado de Guanajuato (centro del país).
La Rev. González, de visita rápida por la capital mexicana, aprovechó la oportunidad para exponer brevemente las vicisitudes personales que debió superar en Estados Unidos, pues aunque había completado su licenciatura en Teología, quien ejerció desde un principio las tareas pastorales fue su esposo. Pero las necesidades comunitarias la fueron llevando, poco a poco, hacia el reconocimiento interior de que ella también podía ejercer su llamamiento entre las familias migrantes hispanas. El presbiterio Salem reconoció sus estudios y completó los procedimientos para ordenarla como Ministra de la Palabra y los Sacramentos. A partir de entonces, este reconocimiento la ha dotado de mayores atribuciones para poner a funcionar su capacidad pastoral, docente y formativa.
Evangelina Corona, a su vez, nuevamente dio testimonio de los años en que, después de ser lideresa de las costureras a partir del terremoto de 1985, y diputada de oposición (1991-1994), accedió al cargo eclesiástico de Anciana por decisión de su comunidad en la iglesia Nazaret, aun cuando posteriormente el presbiterio Juan Calvino (paradójicamente) desconoció su ordenación. Ese hecho no le restó en lo más mínimo su pasión por servir en su iglesia y fuera de ella, y llevó a cabo tareas pastorales y educativas, muchas de las cuales ya desarrollaba algunos lustros atrás.
Amparo Lerín, luego de hablar de su experiencia personal y eclesiástica en Oaxaca, su tierra natal, y de cómo tuvo que convencer a su familia de su vocación teológica, que por fin le permitió estudiar en el STPM, presentó una ponencia en la que pasó revista a algunos episodios de misoginia entre los Padres de la Iglesia y algunos reformadores como Lutero, la práctica histórica de los ministerios femeninos, los postulados bíblico-teológicos básicos que los fundamentan, la figura paradigmática de María Magdalena como apostola apostolorum (“apóstola de los apóstoles”) en el Cuarto Evangelio, y los países donde ya se ordenan mujeres en las iglesias reformadas (alrededor de 50, muchos de ellos latinoamericanos). Para finalizar planteó 10 razones por las que la INPM debería reconsiderar su postura sobre la ordenación femenina, los cuales se resumen a continuación:
1. Porque es Dios quien en su soberanía llama a servirle a hombres y mujeres por igual.
2. Porque las mujeres hemos sido bautizadas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y somos parte de su cuerpo porque somos miembros en plena comunión de la INPM y debemos ser tratadas con equidad y justicia.
3. Porque Jesucristo facultó a las mujeres en la Última Cena para ministrarla en su nombre, y no estaban presentes únicamente varones.
4. Porque Cristo viene a liberar nuestras culturas de prejuicios.
5. Porque muchas ya fueron diaconisas, profetas, evangelistas, maestras y pastoras. En los primeros siglos de la iglesia ¿Por qué no se puede dar ahora?
6.- Porque con el envío de María Magdalena testigo de la resurrección, Jesús confirma que envía a mujeres a ser sus apóstoles.
7. Porque muchas iglesias alrededor del mundo ordenan mujeres para diaconisas, ancianas y presbíteras.
8. Porque las cúpulas de la INPM no puede ni debe seguir ignorando el llamado que Dios a través del Espíritu Santo hace a las mujeres.
9. Porque las mujeres tienen la misma capacidad que los hombres para ejercer con amor, madurez e inteligencia un ministerio pastoral, de ancianato o diaconado.
10. Porque no existen argumentos válidos en contra de la ordenación a la mujer y sí muchos a favor.
La cercanía del Día Internacional de la Mujer y la muy reciente ordenación pastoral de Eva Domínguez Sosa, egresada del Seminario Teológico Presbiteriano (STPM), en la Iglesia Evangélica Española, además de la determinación de dos presbiterios de la INPM por continuar el proceso de ordenación ministerial femenina, fueron el telón de fondo de esta primera reunión, que marcó un momento muy significativo en la vida de estas y otras mujeres que han ejercido tareas y responsabilidades eclesiásticas durante muchos años.
Provenientes de seis iglesias del Valle de México (de ocho invitadas), las Ancianas de Iglesia y Diaconisas presentes, que ya ejercen estos ministerios en sus respectivas comunidades, luego de las presentaciones de rigor y de un breve momento devocional, presenciaron la participación (inesperada) de la Rev. Rosa Blanca González, moderadora del Presbiterio Salem (Carolina del Norte) de la Iglesia Presbiteriana de Estados Unidos (primera egresada del STPM en ser ordenada, en abril de 2007), de la Anciana de Iglesia Evangelina Corona Cadena, ex diputada federal, y de Amparo Lerín Cruz, Maestra en Divinidades y Licenciada predicadora por el presbiterio de la Ciudad de México, y actualmente miembro del presbiterio Juan Calvino. Incluso hubo un grupo de personas provenientes del estado de Guanajuato (centro del país).
La Rev. González, de visita rápida por la capital mexicana, aprovechó la oportunidad para exponer brevemente las vicisitudes personales que debió superar en Estados Unidos, pues aunque había completado su licenciatura en Teología, quien ejerció desde un principio las tareas pastorales fue su esposo. Pero las necesidades comunitarias la fueron llevando, poco a poco, hacia el reconocimiento interior de que ella también podía ejercer su llamamiento entre las familias migrantes hispanas. El presbiterio Salem reconoció sus estudios y completó los procedimientos para ordenarla como Ministra de la Palabra y los Sacramentos. A partir de entonces, este reconocimiento la ha dotado de mayores atribuciones para poner a funcionar su capacidad pastoral, docente y formativa.
Evangelina Corona, a su vez, nuevamente dio testimonio de los años en que, después de ser lideresa de las costureras a partir del terremoto de 1985, y diputada de oposición (1991-1994), accedió al cargo eclesiástico de Anciana por decisión de su comunidad en la iglesia Nazaret, aun cuando posteriormente el presbiterio Juan Calvino (paradójicamente) desconoció su ordenación. Ese hecho no le restó en lo más mínimo su pasión por servir en su iglesia y fuera de ella, y llevó a cabo tareas pastorales y educativas, muchas de las cuales ya desarrollaba algunos lustros atrás.
Amparo Lerín, luego de hablar de su experiencia personal y eclesiástica en Oaxaca, su tierra natal, y de cómo tuvo que convencer a su familia de su vocación teológica, que por fin le permitió estudiar en el STPM, presentó una ponencia en la que pasó revista a algunos episodios de misoginia entre los Padres de la Iglesia y algunos reformadores como Lutero, la práctica histórica de los ministerios femeninos, los postulados bíblico-teológicos básicos que los fundamentan, la figura paradigmática de María Magdalena como apostola apostolorum (“apóstola de los apóstoles”) en el Cuarto Evangelio, y los países donde ya se ordenan mujeres en las iglesias reformadas (alrededor de 50, muchos de ellos latinoamericanos). Para finalizar planteó 10 razones por las que la INPM debería reconsiderar su postura sobre la ordenación femenina, los cuales se resumen a continuación:
1. Porque es Dios quien en su soberanía llama a servirle a hombres y mujeres por igual.
2. Porque las mujeres hemos sido bautizadas en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, y somos parte de su cuerpo porque somos miembros en plena comunión de la INPM y debemos ser tratadas con equidad y justicia.
3. Porque Jesucristo facultó a las mujeres en la Última Cena para ministrarla en su nombre, y no estaban presentes únicamente varones.
4. Porque Cristo viene a liberar nuestras culturas de prejuicios.
5. Porque muchas ya fueron diaconisas, profetas, evangelistas, maestras y pastoras. En los primeros siglos de la iglesia ¿Por qué no se puede dar ahora?
6.- Porque con el envío de María Magdalena testigo de la resurrección, Jesús confirma que envía a mujeres a ser sus apóstoles.
7. Porque muchas iglesias alrededor del mundo ordenan mujeres para diaconisas, ancianas y presbíteras.
8. Porque las cúpulas de la INPM no puede ni debe seguir ignorando el llamado que Dios a través del Espíritu Santo hace a las mujeres.
9. Porque las mujeres tienen la misma capacidad que los hombres para ejercer con amor, madurez e inteligencia un ministerio pastoral, de ancianato o diaconado.
10. Porque no existen argumentos válidos en contra de la ordenación a la mujer y sí muchos a favor.
La exposición completa de Amparo Lerín Cruz se encuentra en: http://alcnoticias.org/interior.php?codigo=16354&format=columna
Al abrirse el foro, se externaron comentarios, dudas y propuestas, favorables en su mayoría a los ministerios de las mujeres. Por último se expresó la necesidad de realizar pronto una nueva reunión que permita dar los pasos para la organización formal del grupo.
Cada participante recibió un paquete de materiales escritos que incluye una amplia entrevista con Eva Domínguez Sosa (a propósito de su ordenación), así como otros ensayos y artículos relacionados (22 pp.). Dicho paquete puede descargarse en el sitio de la revista virtual Lupa Protestante www.lupaprotestante.com/media/mujeresordenadas.pdf
La entrevista con Eva Dominguez puede leerse en:
http://alcnoticias.org/interior.php?codigo=16352&format=entrevista&lang=687
Agencia Latinoamericana y Caribeña de Comunicación (ALC)Edición en español: Olazábal 2842 1428 Buenos Aires - ArgentinaTel. (+54) 11 4784-7121. Fax (+54) 11 5411 4784 7121
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