Managua, jueves, 11 de marzo de 2010 (ALC). Una marcha de hombres portando delantales, celebrada en torno a la efeméride del 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer en la ciudad de Chinandega, a 135 kilómetros de esta capital, reiteró el respeto a los derechos femeninos ante los atropellos y la violencia. A la singular e histórica marcha se sumaron miembros de la Policía y del Ejército.
El oficial de ese cuerpo policial, Ascensión Maliaños, quien participaba por primera vez en una marcha de este tipo, comentó que el hombre debe asumir también las tareas hogareñas, porque no está de acuerdo con el machismo. “No debemos ser machistas –manifestó. Ambos, hombres y mujeres, tenemos deberes y derechos que compartir en el hogar.”
Por su parte Felisa Suárez, representante de la Organización Médicos del Mundo, promotora de esta marcha, dijo que estaba muy contenta por la conciencia que están tomando los hombres, y dentro de ellos hasta militares, al participar unos 500 efectivos de la Policía y soldados del Segundo Comando Militar de Nicaragua, además de estudiantes y ciudadanos comunes.
Igualdad de responsabilidades y roles, planificación y crianza de los hijos de conjunto, fue algunos de los aspectos que señaló Suárez, sobre los cuales quisieron llamar la atención con este desfile.
El delantal, símbolo del quehacer hogareño, presidió la marcha junto a pancartas que hacían énfasis en la conmemoración por los 100 años de lucha llevados a cabo por las mujeres nicaragüenses para exigir sus derechos. Un ataúd cargado durante el paso era sinónimo de la necesidad de enterrar el machismo de una sociedad, eminentemente, patriarcal.
Por su parte, María Castillo, coordinadora del Movimiento de mujeres de Chinandega, mostró su satisfacción y pidió que se coordinen otras acciones que permitan hacer descender los índices de violencia y discriminación que marcan la población femenina del país.
El oficial de ese cuerpo policial, Ascensión Maliaños, quien participaba por primera vez en una marcha de este tipo, comentó que el hombre debe asumir también las tareas hogareñas, porque no está de acuerdo con el machismo. “No debemos ser machistas –manifestó. Ambos, hombres y mujeres, tenemos deberes y derechos que compartir en el hogar.”
Por su parte Felisa Suárez, representante de la Organización Médicos del Mundo, promotora de esta marcha, dijo que estaba muy contenta por la conciencia que están tomando los hombres, y dentro de ellos hasta militares, al participar unos 500 efectivos de la Policía y soldados del Segundo Comando Militar de Nicaragua, además de estudiantes y ciudadanos comunes.
Igualdad de responsabilidades y roles, planificación y crianza de los hijos de conjunto, fue algunos de los aspectos que señaló Suárez, sobre los cuales quisieron llamar la atención con este desfile.
El delantal, símbolo del quehacer hogareño, presidió la marcha junto a pancartas que hacían énfasis en la conmemoración por los 100 años de lucha llevados a cabo por las mujeres nicaragüenses para exigir sus derechos. Un ataúd cargado durante el paso era sinónimo de la necesidad de enterrar el machismo de una sociedad, eminentemente, patriarcal.
Por su parte, María Castillo, coordinadora del Movimiento de mujeres de Chinandega, mostró su satisfacción y pidió que se coordinen otras acciones que permitan hacer descender los índices de violencia y discriminación que marcan la población femenina del país.
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